En mi interior no quería continuar con esto, pero me hice la fuerte. Me sentía realmente como mercancía para usar. Intentaba no cruzar la vista con Marcos y tímidamente lo salude. Oír eso me hizo sentir una verdadera esclava. Mi esposo me deja frente a Marcos y me suelta la mano. En ese momento me sentí absolutamente sola y expuesta como una sirvienta que debe hacer algo desagradable. Intentaba no mirar a Marcos, realmente él no era de mi gusto.
Me han ayudado vuestros consejos de autoestima y como salir adelante sin el es posible. Parecía ser un hombre doble: masculino, pero mezclado de feminidad. Sabía que tenía inclinaciones femeninas y sin embargo creía ser un hombre. Cumple con los deberes de esposo, pero sin satisfacción porque siendo un hombre desde el punto de vista exterior tiene siempre sensaciones físicas y psíquicas femeninas. Se siente siempre pasivo, vive el acoplamiento como una mujer. Tiene la impresión de la cohabitación de dos mujeres, una de las cuales se considera como hombre enmascarado. Debe ocultar su estado a su propia mujer.