BDSM son las siglas que en la actualidad se usan gracias a la difusión de Internet a partir de la presente década. No somos bichos raros, ni enfermos, ni anormales, todo lo contrario. También, actualmente, en una fiesta se puede ir vestido completamente de negro sin que las prendas tengan que ser necesariamente de algunos de los materiales indicados. Pues, rotundamente no. Hay muchos aficionados a quienes precisamente no les gusta nada el negro o el cuero y no por ello son menos aficionados al BDSM, pero en las fiestas se suele obligar el código como forma de diferenciarnos del resto, como una forma de identidad del aficionado al BDSM y también, cómo no, una manera también de evitar la entrada de curiosos, no es muy apropiado encontrarte a alguien con una camisa hawaiana en una fiesta BDSM. La verdad es que el código siempre me ha parecido bien, siempre que éste sea un tanto flexible y comprenda a los que no les gusta el negro o el cuero, pudiendo aconsejar un mínimo de gusto al vestir, que con un traje se va a cualquier sitio.
Curiosamente, cuando se trata de sexo dominante o sumiso no tiene nada que ver nuestra personalidad real, aquella con la que nos relacionamos en el día a día. Existen, por ejemplo, quienes ocupan cargos de mucha responsabilidad en su trabajo y se inclinan por una sexualidad sumisa para poder descansar. También existen aquellos que ocupan posiciones de sumisión en su vida cotidiana y por lo tanto un sexo dominante en el cual se sientan poderosos les ofrece un escape a su rutina y a sus frustraciones. Lo cierto es que quien ha aceptado por fin que disfruta con la dominación o la sumisión, ha transitado un largo camino de valentía, identificación, reconocimiento personal y de comunicación para llegar hasta ello. Como para que lo entiendas mejor, aceptar frente a la pareja y comunicarle esta inclinación es muy similar a «salir del armario» para una persona homosexual. Tanto sumisos como dominantes son una parte esencial de la relación para que esta funcione. Si respondes afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, es muy probable que tengas una personalidad sexual dominante. Si respondes afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, es muy probable que tengas una personalidad sexual sumisa.
El dominio de la mente humana es muy complejo pero no imposible. La diferencia entre ambas es la forma de gestionar los propios sentimientos o emociones, a una le afecta y a la otra no, una reacciona y hace aflorar sentimientos y la otra resta impasible sin que éstos le afecten. A partir de ahí no se puede bajar la guardia, deben seguir las preguntas, otro día, en otra ocasión, no en ese momento. Hay que dejar pasar un día o dos para volver a contactar con el sumiso, con preguntas estudiadas, con seguridad y confianza, y tener claro si realmente la mente dominante desea esa mente sumisa dispuesta a ser absorbida y controlada. Por ello, no quiero acoger a todo tipo de personas sino a las que viven la dominación como yo o a los sumisos que quieren vivirla junto a mí. Sirva todo ello para analizar, no para criticar ni sentenciar nada ni a nadie.
Primero veremos de qué forma estas herramientas pueden llevarnos al error, y luego veremos cómo conseguir acrisolar el error para quedarnos solo con la verdad. Antonio es muy pobre y sus hijos pasan hambre. Le hice un gran favor y él quiere agradecerlo, así que un día me regala una gallina. Yo no le acepto el regalo. Al día siguiente me regala un reloj de oro robado. Al día siguiente me regala un caballito de madera que él mismo ha tallado de un tronco. Blowjob session para stripper atlético. En guinda Boy batida.
Empezó a crecer desde que hablé contigo por primera vez y ahora que te tengo para mí, no dejo de pensar en ti. Quisiera llegar hasta tus labios y poderte decir a besos todo lo que mi corazón no sabe expresarse en palabras. Quiero dedicar miles canciones que te hablen de amor, pero mejor te dedico mi vida y te demuestro lo que siente mi corazón.